lunes, 30 de septiembre de 2013

Educación Sexual


                                                                    


UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL, UNIDAD 011.


LICENCIATURA EN INTERVENCIÓN EDUCATIVA


MATERIA: COMPUTACIÓN


TEMA: EDUCACIÓN SEXUAL


INTEGRANTES:


  • ADRIANA DE JESÚS GARCÍA CARDONA
  • ELSA ARACELI ALFARO RICHARD
  • PAOLA MARTINEZ GUERRERO
  • KARLA BEATRIZ RAMÍREZ CAÑEDO
  • LAURA ANGELICA MONTOYA LUEVANO


GRUPO: 3°B



AGUASCALIENTES; AGS, 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2013.









INTRODUCCIÓN



La educación sexual es un tema que muy poco se abarca en las familiaspero se trabaja mucho en proyectos para la sociedad aunque esta sociedad no toma el interés por ir a escuchar. Este tema es muy importante para los jóvenes de hoy puesto que están expuestos a información de fuentes no confiables.La sexualidad es un tema muy interesante para abordar y para poder crear proyectos de intervención.La educación sexual es básica en el campo de la sexualidad y se le concede la mayor importancia a la hora de producir un comportamiento sexual satisfactorio. No obstante, el principal problema de la educación sexual es que no suele incluirse en la educación global de la persona. No es suficiente que una persona tenga información sobre fisiología y la psicología de la actividad sexual, sino que debe ser congruente y enriquecedora en nuestra vida cotidiana.En la actualidad se han creado diversos proyectos en torno a la sexualidad infantil elaborados por MEXFAM, SEP, DIF, etc., los cuales han tenido el suficiente apoyo por parte de las autoridades gubernamentales y personas civiles. Pero aún se requiere de un sin fin de acciones en este campo para la prevención de delitos sexuales y sobre todo para el logro de una salud sexual en las nuevas generaciones.
Educación sexual en los jóvenes

La sexualidad es un tema sobre el que se discute mucho pero se actúa poco.Debido a los riesgos sociales y económicos y a las repercusiones sobre la salud pública que tienen el embarazo temprano y el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) entre la población joven, es necesario conocer qué saben y cuáles son las prácticas y actitudes de las (os) jóvenes sobre estos asuntos, con el fin de diseñar estrategias de educación y comunicación tendientes a promover en esta etapa de la vida comportamientos saludables.En la actualidad, a pesar de los notables adelantos en los conocimientos médicos y el desarrollo de la atención primaria en nuestro medio, ha habido un incremento de las enfermedades de trasmisión sexual (ETS), principalmente en los jóvenes, y dentro de ellos, son los adolescentes el grupo etáreo más severamente afectado, no sólo biológicamente, sino también psíquica y socialmente.
La falta de información para protegerse de las ITS y la actividad sexual indiscriminada y sin protección que suelen tener los adolescentes y jóvenes, son los factores y conductas de riesgo más frecuentes en la adquisición de estas enfermedades, que afectan sobre todo a la población comprendida entre los 15 y los 24 años, y que constituyen un verdadero problema de salud en estas edades, al cual se añade el riesgo a la salud del embarazo precoz si se trata del sexo femenino, y la frustración social que trae para la adolescente o la joven que generalmente se ve impedida de concluir su proyecto de vida.

Educación para la sexualidad: derecho de adolescentes y jóvenes, y condición para su desarrollo
La sexualidad es una dimensión constitutiva del ser humano, que se construye y se vive durante toda la vida, desde nuestro nacimiento. Es mucho más que relaciones sexuales o genitalidad; es la construcción que hacemos de nosotros mismos como hombres o como mujeres, a lo largo de nuestro proceso de desarrollo. Es una condición inherente a todos los seres humanos, y se constituye en un derecho cuyo disfrute debe ser garantizado por todas las sociedades.
Los derechos y la salud sexual y reproductiva de adolescentes fueron ubicados en la agenda internacional desde la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994. El Plan de Acción resultante reconoce y aboga para que los países del mundo den respuestas adecuadas a las necesidades específicas de adolescentes y jóvenes frente a las dimensiones de la sexualidad y la reproducción, abordarlas desde la perspectiva de los derechos humanos, sexuales y reproductivos, y no solo desde el riesgo o la enfermedad. Y aún más allá del terreno de la salud sexual y reproductiva, la concepción de la sexualidad es entendida como una dimensión del desarrollo y bienestar de los y las adolescentes, que se nutre del entorno personal, familiar, social y cultural, a la vez que influye sobre él y lo transforma.



Por su parte, la Conferencia del Milenio, celebrada en el año 2000, sitúa a la salud sexual y reproductiva como uno de los grandes retos de la humanidad, y como un indicador del desarrollo de los países. Es así, que su objetivo central de avanzar en la superación de la pobreza se desagrega en otros objetivos primarios como la maternidad segura, la prevención del VIH/Sida, la igualdad entre los géneros -incluida la eliminación de la violencia y/o discriminación contra la mujer-, y la educación primaria universal, entre otros. Que un país garantice que sus niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos puedan construir de manera saludable, autónoma y enriquecedora sus vivencias de la sexualidad, es una expresión de cuánto ha avanzado en el respeto y garantía de los derechos humanos, y en la creación de condiciones para un desarrollo sostenible y humanizador.
A partir de este marco internacional, promover la salud sexual y reproductiva es imperioso para el desarrollo de los individuos y las sociedades, cuando se mira a la luz del respeto y garantía de los derechos sexuales y reproductivos, que son la concreción de los derechos humanos universales en el terreno de la sexualidad. Los principios de los derechos sexuales y reproductivos, así como de los derechos humanos, son la dignidad, la libertad y la igualdad, que se traducen en la posibilidad de que cada persona defina y construya su identidad individual y sexual así como las formas de vivir su sexualidad de manera autónoma, a partir del reconocimiento de sus propios derechos y de aquellos de quienes la rodean.


Algunos de los derechos sexuales y reproductivos son: el derecho a decidir libre y responsablemente tener o no hijos; a recibir servicios de atención en salud sexual y reproductiva integrales y de calidad sin importar la edad, sexo, orientación sexual o estado civil; a recibir información y educación sobre la sexualidad; a la intimidad, la libertad, la integridad y la dignidad; y a no sufrir violencia o coerción de ningún tipo.


El derecho a la educación sexual
El derecho a la educación sexual integral forma parte de los derechos sexuales y reproductivos, reconocidos por Colombia a través de diversos instrumentos normativos, incluyendo la Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva.
La educación sexual es "el proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, los conocimientos, las actitudes y los valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones, que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los asociados al erotismo, la identidad, y las representaciones sociales de los mismos".¹

Así como la sexualidad misma, la educación sexual es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida. Puede darse de manera consciente y sistemática, con objetivos e intenciones definidas y compartidas por todos y todas (por ejemplo, en las instituciones educativas que han definido una propuesta clara de educación para la sexualidad), o a través de la cultura y las tradiciones (por la vía de la socialización de conocimientos, actitudes y prácticas comunes a un grupo social o a la sociedad en su conjunto).

En este sentido, educar o no para la sexualidad no es una elección, pues siempre estamos educando para la sexualidad, desde la escuela, la familia y el resto de las instituciones y espacios sociales, de manera consciente o inconsciente, explícita o implícita, adecuada y positiva, o inadecuada y negativa. Por ello, la decisión que nos corresponde es educar adecuadamente para una vivencia de la sexualidad sana, responsable, informada y constructiva.


Educar la sexualidad es mucho más que transmitir conocimientos e información acerca de la sexualidad y la reproducción. No basta con enseñar las características biológicas de hombres y mujeres, o los métodos para prevenir un embarazo. Educar para la sexualidad es precisamente brindar herramientas conceptuales, actitudinales, comunicativas y valorativas que permitan a los adolescentes tomar decisiones con relación a su sexualidad que se correspondan con lo que quieren, sueñan y esperan de su realidad.

"La educación sexual debe ser entendida como un derecho de la niñez, la juventud y la población en general. Ya que la sexualidad es educable y forma parte del potencial humano a desarrollar en la niñez y en la juventud, una educación que no incluya la educación sexual, simplemente no puede llamarse educación integral".²

En este sentido, el PESCC ha sido diseñado por el Ministerio de Educación Nacional, en conjunto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, precisamente para dar respuestas a los desafíos que enfrenta Colombia frente a la necesidad de formar y educar para la sexualidad a sus niños, niñas, adolescentes y jóvenes, no solo para hacer frente a algunas problemáticas asociadas al ejercicio de la sexualidad -como el embarazo en la adolescencia o las infecciones de transmisión y el VIH-, sino para garantizar una educación integral y de calidad, que impulse la consolidación de ciudadanos y ciudadanas que ejerzan todos sus derechos, entre ellos, los sexuales y reproductivos.
Contar con un Programa Nacional de Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía es un gran paso para Colombia, en el camino hacia la garantía de condiciones favorables para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes, y una experiencia a ser seguida de cerca por el resto de los países de la región latinoamericana.

Hablemos de Educación y salud sexual. Manual para profesionales de la educación. Información, herramientas y recursos. Esther Corona Vargas y Gema Ortiz M. (compiladoras). Fondo de Población de las Naciones Unidas, México, 2003.




CONCLUSIÓN:

llegamos a una conclusión que la sexualidad es el contacto entre hombre y mujer, los padres de familia y maestros deben impartir la educación sexual a los jóvenes se debe impartir desde los diez años se debe enseñar a protegerse a la hora de tener sexo lo importante de la sexualidad, los métodos anticonceptivos la educación sexual es muy importante porque así sabemos más de la sexualidad como prevenir embarazos no deseados, enfermedades venéreas, por lo cual deben acudir a centros de salud a pedir información, a pláticas de enfermeras pero lo importante es estar informado y tener información completa de la sexualidad.


Referencias Bibliográficas



A CONTINUACIÓN EL VÍDEO SOBRE EDUCACIÓN SEXUAL SE PRESENTA AQUÍ EN EL LINK DE ABAJO:



Vídeo de Gramsci


gramsci


GRAMSCI
Escisión, antagonismo y auto-actividad de los trabajadores frente al capital
La fundación de la revista L’Ordine Nuovo se dio en un turbulento cruce de aguas que agitaban a Europa y a Italia al fin de la guerra imperialista de 1914 - 1918. Formados en el ambiente de una cultura humanística y libresca, en el cual de destacaba el influjo de Benedetto Croce, los fundadores de la revista -con Gramsci al frente- percibían al necesidad de actuar en el proceso revolucionario que envolvía al continente. Esta nueva coyuntura, inaugurada con la irrupción en Rusia de la revolución socialista internacional, alteró, en la practica, las condiciones de pensar (y actuar) sobre los problemas de organización, de educación y de la cultura. La revista nacía, con todo, con el objetivo de "promover el nacimiento de grupos libremente constituidos en el seno del movimiento socialista y proletario para el estudio y la propaganda de los problemas de la revolución comunista".
Hasta ese momento, la reflexión de Gramsci se centraba en la practica del sistema escolar italiano, que enfatizaba en la enseñanza técnica destinada a los trabajadores en busca de empleo o en la enseñanza humanística destinada a la pequeño burguesía, cuyo objetivo era el de componer los diversos escalones de la administración pública del Estado liberal - burgués. El desafío era el de pensar una escuela socialista unitaria, que articulase la enseñanza técnico-científica al saber humanístico. Esta sería la clave para que los trabajadores pudiesen perseguir su autonomía y desarrollar una nueva cultura, antagónica a aquella de la burguesía. La lucha de los trabajadores para garantizar y profundizar la cultura, para apropiarse del conocimiento, traería consigo el esfuerzo y el empeño para garantizar la autonomía en relación a los intelectuales y su poder despótico.
Los intelectuales son elementos importantes en la configuración de una jerarquía de dominio sobre los trabajadores, que sólo puede ser quebrada a partir de una reflexión propia de los trabajadores sobre la cultura. De allí el énfasis de Gramsci en la propuesta de creación de una Asociación de Cultura. Así que "en Turín, dado el ambiente y la madurez del proletariado, podría y debería surgir el primer núcleo de una organización de cultura marcadamente socialista y de clase, que sería, junto con el partido y la Confederación del Trabajo, el tercer órgano del movimiento de reivindicación de la clase trabajadora italiana" [2].
Las clases dirigente y sus intelectuales son el enemigo a identificar. Contra ellos deben ser creados una nueva cultura y un nuevo proceso educativo. La influencia de Sorel es notable en la defensa de la autonomía del mundo obrero y del antagonismo frente al capital, cuya subjetividad se debe manifestar en forma material. La presencia del "espíritu de escisión" se presenta desde luego en el rechazo de la escuela del Estado y de la Iglesia. Gramsci se debatía, sin embargo, con la impotencia de las instituciones de la clase obrera (el sindicato y el partido antes que todo) para dirigir esa educación hacia la emancipación. O, mejor dicho, para organizar la auto-educación de los trabajadores, puesto que para Gramsci
"el proletariado es menos complicado de lo que puede parecer. Se formula una jerarquía espiritual e intelectual espontáneamente, y la educación intercambiable opera allí donde no puede llegar la actividad de los escritores y de los propagandistas. En los círculos, en los encuentros, en las conversaciones frente a los talleres se analiza y se propaga, tornada dúctil y plástica a todos los cerebros, a todas la culturas, la palabra de la crítica socialista."
Incluso después de la irrupción de la revolución rusa y de la enorme efervescencia cultural que inundó las fábricas y el espacio público, con la formación de numerosos grupos de estudio y de pequeñas publicaciones, la solución para el problema de la educación autónoma del trabajo no se dejaba ver. Tanto que L’Ordine Nuovo comenzó sus actividades como una reseña de cultura socialista, como un transmisor de cierta cultura ya acumulada, pero subalterna.

El giro en dirección a la praxis ocurrió a fines de junio de 1919. Quedará claro que la auto-educación de los trabajadores, la educación para la libertad, no dependía, o dependía menos del sindicato y del partido y mucho más de los propios trabajadores. Insertados en el proceso productivo de la riqueza social, los trabajadores fabriles estaban ya dotados de cierto conocimiento profesional específico. Al trabajo técnicamente calificado y productivo se debería vincular un conocimiento más amplio de la cultura científica y humanística, no sólo para poder gerenciar el proceso productivo, sino también la propia administración pública de un nuevo Estado obrero y socialista. Así es que los trabajadores, en su propio proceso de auto-educación, generarían sus intelectuales y sus educadores, educando así al sindicato y al partido.